PAPELES PARA EL PROGRESO
DIRECTOR: JORGE BOTELLA
NÚMERO 25                                                                                           MARZO - ABRIL  2006
página 10
 

 DE LA LIBERTAD

 
La literatura filosófica ha interpretado el concepto de libertad en muy diversos términos que se pueden resumir en torno a tres modos de comprenderla:
  1. Lo que sería el concepto más general o natural, que radicaría en la capacidad de sustraerse a la determinación cósmica.
  2. Una libertad social que se articula como capacidad de independencia del individuo frente al arbitrio de la sociedad.
  3. La libertad personal como potencia creacional que desde su realidad única confecciona y perfecciona el entorno.
La predicación de la libertad no puede realizarse con independencia del cosmos si se quiere adjudicar a la misma una entidad real distinta a una entidad de razón. Pronunciarse sobre la realidad de la libertad puede hacerse de una doble manera:
  1. Como lo que es libre por la carencia de toda dependencia, lo que implicaría ausencia de cualquier relación determinativa.
  2. Como lo que es libre porque, aun siendo un ente relacionado con otros, las determinaciones creadas implican dependencia según un modo de ser, pero sin abarcar esa implicación de modo absoluto la realidad del ser.
La realidad que es objeto de nuestro conocimiento lo es en cuanto es percibida por los sentidos que son potencias prensiles de la realidad exterior. Por ellas no sólo conocemos los otros entes del conjunto existencial del que formamos parte, sino también percibimos las relaciones que se nos dan preestablecidas. Al conjunto de todos esos entes y sus relaciones es lo que denominamos cosmos.
La primera aprehensión que gozamos del cosmos nos muestra un conjunto de entidades cuyas relaciones asumen varios tipos de vinculación:
  1. Relaciones de composición.
  2. Relaciones de trasformación.
  3. Relaciones de asociación.
Las primeras son aquellas por las que percibimos como unas sustancias se encuentran relacionadas con otras de modo que el conjunto es a su vez otra sustancia que también forma parte de un proceso similar. A las formas que así se relacionan en el mundo hemos llamado materia. Cuando un cuerpo compuesto disgrega las partes de su composición, las mismas permanecen según su propio modo de ser como elementos diversos en función del grado de relación de composición entre las partes que cada uno mantiene.
Las relaciones de transformación originan la desaparición de una entidad dando paso a la existencia de otra u otras entidades distintas en las que sólo remotamente permanecen elementos primarios de composición. A este tipo de relaciones se vinculan todas las formas de vida, cuya transformación hace de las entidades terminadas sustancias que llamamos cuerpos. Simplificando, estos cuerpos en la naturaleza se relacionan de modo que cuando uno de ellos hace suyo el otro le hace perder su entidad y la materia de su sustancia la asimila mediante transformaciones como composición de la propia.
También ene el cosmos se dan relaciones de asociación por las que un conjunto de sustancias materiales pueden ser interpretadas con una unidad de razón: Conjunto de sustancias que sin poseer relaciones internas de composición se las atribuye una cierta unidad formal.
Mientras las relaciones de composición y de transformación afectan a la materia inerte o a la sustancia vital, las relaciones de asociación son mentales y pueden clasificarse como:
  • Naturales: cuando conjugan entes reales.
  • De razón: cuando aúnan ideas sobre las cosas.
  • Relativas: cuando aúnan un conjunto de relaciones estableciendo modelos de comportamiento.
Si atendiéramos a los modos de entender la libertad apuntada al comienzo, podríamos considerar cómo cada modo se sigue de la consideración de las distintas formas de relaciones:
En el priemer concepto considerado, la libertad estaría en la no determinación de un ente por su materia. Esta libertad radicaría principalmente en la posibilidad de diseñar las relaciones de composición de los elementos que la integran. Ello encuentra el gran escollo de que para que algo pueda modificar su estructura debe partir de una composición estructural que la hace ser con un modo de ser propio; o sea, que cada sustancia es lo que es porque goza de una determinada composición. La medida de la libertad radicaría en la posibilidad de alterar el curso natural de las relaciones de composición. Si la alteración de esas relaciones afectaran sustancialmente a un cuerpo vital éste permutaría el ser de su sustancia. De este modo la libertad habría que definirla en función de la capacidad de producir cambios de composición para los elementos materiales y cambios sustanciales en los seres vivos.
La segunda forma de libertad contemplada hace referencia a las relaciones de asociación por las que el hombre se constituye como ser social. Si el hombre nace en sociedad, y siempre lo hace al menos en el ámbito familiar, la relación de asociación natural le es dada y la única libertad que cabría respecto aella sería:
  1. Desecharla optando por la no asociación en una vivir en soledad.
  2. Alterar las condiciones dadas en esa relación de asociación.
  3. Buscar la incorporación en un grupo distinto.
Por tanto, una manifestación de la libertad social está en el rediseño del grupo social y en la movilidad para cambiar de integración.
Respecto a las relaciones asociativas de razón se podría afirmar que la libertad radica en la no necesaria adcripción a las formas de asociación de ideas, lo que llamamos en términos sociales: líneas de pensamiento, y ello se concibe de dos formas:
  1. Porque uno se adhiere y permuta entre cualquiera de las líneas de pensamiento de las que conoce.
  2. Porque uno concibe y crea unas nuevas relaciones de ideas que originan un nuevo enfoque de la realidad.
Cualquiera de estas posibilidades es un ejercicio de la libertad de la persona frente a lo que podría considerarse la determinación social que condiciona su mentalidad. Reflejo de esta libertad es el que la sociedad evolucione de formas muy distintas e incluso impredecibles.
En lo concerniente a las asociaciones relativas son éstas las que mejor identifican la libertad cuando su naturaleza misma es composicional creativa. La mente pensante actúa de modo creativo cuando establece relaciones abstractas no aprendidas entre los elementos, partes o cualidades de las perfecciones que conoce de la realidad circundante. La libertad en este caso presenta dos variantes creativas:
  • Descubrir en las abstracciones nuevas aplicaciones y seleccionar su interés.
  • Concebidas necesidades idear las combinaciones posibles de las relaciones de composición, para dar realidad a elementos que las satisfagan.
La implicación entre libertad y necesidad en el cosmos es consecuencia de la estructura compuesta de la materia y de las relaciones de asociación que pueden ser concebidas sobre las partes de la misma. La necesidad se expresa en la naturaleza combinatoria de los elementos por los que gozan de relaciones intrínsecas para formar composiciones cuyas leyes se sostienen a perpetuidad por corresponder a la esencia de su modo específico de ser. La libertad esencialmente responde a la capacidad de conocer las relaciones y apreciar desde los modos específicos de ser la posibilidad de modificar y establecer relaciones para la  realización de una idea o intuición mental.