LA MEMORIA VISUAL
Se reivindica cada vez más, en todos los países, la necesidad de incorporar la tecnología audiovisual a la enseñanza. Desde hace decenios de años los pedagogos ya habían descubierto la importancia de reforzar la enseñanza con el auxilio de las imágenes, lo que ocurría entonces es que más allá de las ilustraciones de los libros era dificultoso disponer de proyectores de películas o diapositivas. Por ello quizá los profesores gozaban de cierta facilidad para dibujar en los encerados imágenes aclaratorias. La técnica ha facilitado hoy los recursos, pero el principio didáctico es el mismo: hacer trabajar conjuntamente la memoria conceptual y la memoria visual.
En el siglo de la comunicación digital, los recursos para la enseñanza han proliferado de tal manera que el problema actual para los profesionales de la enseñanza está en saber administrar un uso ordenado de los mismos, a fin de que no distraigan en exceso la imaginación de los niños y les permita fijar la atención a los temas programados de aprendizaje. Aprender, por tanto, a utilizar eficazmente los medios audiovisuales es tarea de alumnos, profesores y padres. La memoria humana es un portento de capacidad, muy especialmente en la edad escolar, pero es relevante que su empleo sea eficiente para que la razón entienda qué es lo que se aprende, su utilidad, su finalidad, su interacción con los conceptos y con el desarrollo de las ideas. Así al memoria visual en la enseñanza debe contextualizarse con la enseñanza oral y con la lectura, para que imágenes y conceptos se refuercen mutuamente en una sola síntesis de aprendizaje.
Uno de los objetivos de la escuela está en desarrollar la memoria, y para ello las imágenes configuran un modo característico de memorizar, que habitualmente es más directo que el lenguaje oral, porque éste, al ser un sistema, precisa del dominio de su articulación en la imaginación para la composición de ideas y conceptos a retener. La memoria visual presenta la característica de la inmediatez de la sensación, de modo que las imágenes se retienen con más facilidad y precisión que las palabras. Por ello la potenciación que el empleo de los medios audiovisuales pueden aportar al aprendizaje.
La memoria visual no es igual en todos los alumnos, y así es conveniente hacerla trabajar cuando se presente dificultad, ya que su desarrollo desde una temprana edad será un medio eficaz para mejorar en el aprendizaje. Ayudar a fijar las imágenes es tan importante como el recordar las tablas de aritmética o los nombres de los planetas. Hay alumnos que son distraídos pero tienen buena retención visual y también, aunque menos frecuente, lo contrario. Apoyar con las imágenes ayuda a la localización memorística, y será un medio para aprender en las mayorías de las asignaturas si se presentan armonizados los contenidos didácticos en letra, número, gráficos, dibujos, animaciones, etc. Lo trascendente es que todo ello no sustituya al necesario esfuerzo de racionalización y memorización, por lo que los programas interactivos por computadora deben hacer trabajar como si se tratara de una evaluación continuada, de modo que tanto profesores como alumnos sean conscientes de lo que se retiene y aprende. Porque podría darse el caso de confundir el aprendizaje con el entretenimiento, de modo que un sistema relajado de progreso continuado en el estudio no alcanzara sus contenidos al confundir la simple divulgación con el conocimiento.