PAPELES PARA EL PROGRESO
DIRECTOR: JORGE BOTELLA
NÚMERO 61                                                                                         MARZO - ABRIL  2012
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COMUNICACIÓN DE LA IMAGEN

 
Existe una determinada tendencia a que los acontecimientos más trascendentales se les considere como lo que marca una nueva era. Así, en el ámbito militar se considera un punto de inflexión armamentística la bomba atómica; en el hístórico, el descubrimiento de América; en el político, la Revolución Francesa; etc. En el mundo de la comunicación se disputan esa jerarquía la transmisión de la voz por el teléfono y la transmisión de la imagen mediante la televisión. Posiblemente ambos descubrimientos son hitos de un mismo itinerario científico, y era preciso que se descubriera el teléfono para que el proceso avanzara hasta llegar a la televisión. Desde el punto de vista social, que es quien asigna los rangos a las épocas, la translación de la imagen puede considerarse más trascendente, pues su impacto cultural en la sociedad ha sido extraordinario.
Aunque la voz principalmente es quien transmite el pensamiento expresado en el lenguaje, su contenido desde siglos se conseguía llevar a distancia mediante el lenguaje escrito, por lo que la comunicación telefónica agilizó las relaciones humanas y aproximó a las personas, pero fue la transmisión de la imagen la que consagró la revolución del conocimiento virtual permitiendo hacer una viva representación en presente de lo ausente y lo pasado. Se puede adjudicar el comienzo de esta transformación social a la televisión, que llevó a la retina de cada rincón del mundo la imagen de la geografía del resto del planeta. Aunque es cierto que la transmisión de la imagen se inició por el dibujo y la pintura, corresponde a la fotografía y al cinema el rango de la iniciación del documentalismo gráfico como forma de comunicación social. El poder contemplar la realidad ausente en tiempo real redujo en decenios el aislacionismo histórico de familias, pueblos y naciones, pero la ventana que se estaba abriendo no era sólo a la contemplación, sino con vocación de interacción.
Internet y las webcam han logrado hacer realidad esa comunicación directa y virtual de todos con todos, que no hace sino acercar día a día, y feria tras feria, la técnica de la comunicación virtual a cada hogar con medios tecnológicamente más sofisticados y más simples e intuitivos en el uso, lo que logra incorporar del forma exponencial sujetos a la comunicación virtual. Esa aproximación del mundo al hombre no ha hecho más que empezar. Se puede observar que todos esos cambios se han generalizado en un siglo y que el proceso tiende a progresar acortando los ritmos de los tiempos; con ello no hace falta derrochar imaginación para presumir que esta era de la comunicación será pronto superada y quedará como una anécdota en la historia de las comunicaciones.
El paso próximo y definitivo será la comunicación imaginaria entre mentes, por el procesamiento de las imágenes con las que se piensa y su transmisión a la persona receptora. Esto, que ya a casi nadie se le antoja imposible, en su límite de perfección tenderá a eliminar los códigos interpuestos de interpretación, como son cada una de las lenguas, de modo que la comunicación será como una especie de intuición sobre la reflexión que en una relación el otro comunica. Pero bien analizado ¿no parece que que eso ya está funcionando en la mente humana cuando dos personas son capaces de comprenderse con la mirada, e incluso adivinarse el pensamiento?
Un reto que a la ciencia le depara la comunicación mental es saber si la mente requiere o no un lenguaje para conocer, o sea, si los conceptos abstractos son puras intuiciones imaginarias de percepciones sensoriales, o precisa para procesarlos la pertinencia de crear un lenguaje. Porque la respuesta a esa cuestión lleva a plantear el dilema de si el lenguaje es quien ha favorecido el desarrollo del conocimiento, o si el lenguaje ha sido un instrumento habido de crear por la degradación de la capacidad de intuición mental. También cabe preguntarse se esta transmisión virtual se da en otros seres vivos, quienes parecen comunicarse sus conocimientos sensibles sin que se aprecie un lenguaje de signos.
Sea lo que sea que nos depare el provenir, lo que parece consolidarse es la revalorización directa de la imagen en la comunicación, considerada esa imagen no sólo como figura, sino la representación más completa de todas las connotaciones sensibles propias de una forma, como por ejemplo el olor o el gusto, o el más difícil de lograr como el tacto. Si en los sueños tenemos esas representaciones, es muy probable que primero nos lleguen a través de nuestra máquina virtual, y algún día las compartamos de mente a mente.